martes, 27 de diciembre de 2011

"¿CÓMO NOS GUÍAN LOS ANIMALES DE PODER? " Por Karina Malpica

"¿CÓMO NOS GUÍAN LOS ANIMALES DE PODER? "
Por Karina Malpica (Creadora del ORÁCULO DE LOS ANIMALES DE PODER )

Dentro de las tradiciones chamánicas, cuando se habla de un animal de poder, no se hace referencia a un ejemplar específico, sino a su espíritu común. Sin excepción, todas y cada una de las especies que caminan, vuelan, reptan o nadan sobre la faz de nuestro planeta, cuentan con poderes especiales y una sabiduría propia ganada a través de las miles y miles de experiencias individuales acumuladas generación tras generación desde el principio de los tiempos… La teoría del campo morfogenético se ha utilizado para explicar la transmisión de informaciones entre los individuos de una especie. Se supone que cuando un número determinado de individuos aprenden algo y se alcanza una “masa crítica”, el resto de la especie manifiesta dicho aprendizaje como un comportamiento instintivo. Dicho campo sería entonces una especie de memoria común o inteligencia colectiva… o dicho en términos chamánicos, el espíritu del animal de poder con el cual entramos en contacto cuando lo invocamos.
Cuando empecé a interesarme por estos temas, durante el transcurso de un viaje chamánico con la bebida ceremonial ayahuasca, tuve la oportunidad de interactuar con el espíritu de uno de mis animales de poder: la Mantis religiosa.
Minutos antes yo había adoptado con mi postura física el gesto de oración que le ha dado a este insecto el calificativo taxonómico de “religiosa” y comprendí que esa postura era uno de sus mensajes codificados. Pude ver que se trataba de algo simbólico y no verbal. La postura me estaba enseñando la importancia y el imperativo de estar haciendo lo que había hecho justo unos momentos antes, o sea, orar para agradecer al Universo sus bendiciones porque eso hacía que continuaran, ya que aquello en lo que fijas tu atención se multiplica. Entendí que la oración puede parecer un acto estático, pero en ocasiones es lo más dinámico que hay porque agradecer de antemano lo que uno va a recibir es la mejor forma de atraerlo.
Tiempo después, cuando estaba estudiando Un curso de milagros, que es un sistema para identificar todas las trampas del ego que nos mantienen en la ilusión del miedo, realicé un ejercicio de imaginación activa como el que describí páginas atrás. Al final de la sesión le pedí un consejo a este animal de poder y me vino a la mente el recuerdo de que un día una mantis entró a mi casa y tuve oportunidad de observarla cazar a una gran cantidad de bellas polillas cuando se situó junto a un foco. Al decodificar esta imagen de la misma manera que en la sesión de ayahuasca, vi que el simbolismo podría traducirse en forma de consejo mediante estas palabras: “Mantén en tu mente los principios de Un curso de milagros que son tu fuente de luz, para que puedas observar tus pensamientos y cazar eficientemente todas las trampas de tu ego.”
Una tarde, paseando por un bosque encontré una mantis, la puse en mi mano y estuve observándola. Se quedó completamente inmóvil hasta que pasó por su campo de visión una mosca y sin desperdiciar un solo movimiento, la atrapó al vuelo, se la comió y después de unos minutos de regresar a su calma habitual, ¡hasta la excretó en mi mano! En aquella etapa de mi vida yo estaba muy preocupada por hacer un montón de cosas para lograr mis objetivos y del comportamiento de la mantis aprendí que el poder de la quietud mental y emocional me permite concentrar la atención que se requiere para no dejar escapar las oportunidades y no desperdiciar el tiempo en movimientos que desgastan la energía. También entendí que actuando de esa forma podía digerir bien las cosas y pasar a lo siguiente en vez de quedarme dando vueltas sobre el mismo tema sin conseguir nada.
En otra ocasión le pregunté al espíritu de la Mantis cómo podría interpretarse el hecho de que en su especie las hembras se coman a los machos. Entendí que esta muerte también era un acto simbólico que hacía referencia al arte tántrico de la disolución del ego durante la unión sexual y me puse a investigar algo más al respecto.
En la selva del Manu encontré una mantis con forma de hoja de coca, lo cual me pareció la cúspide de su mimetismo. La invité a mi habitación y al observarla a contraluz empecé a ver su campo energético. Lo estuve viendo hasta que me quedé dormida...
Podría seguir llenando varias páginas más con todo lo que en determinados momentos he aprendido, interpretado o proyectado sobre la Mantis. Seguramente otra persona cuyo animal de poder también fuera la Mantis podría escribir algunas cosas similares y muchas otras diferentes. Y todo sería válido, porque como explica Jung en Psicología y alquimia, el autoconocimiento consiste en proyectar nuestro inconsciente sobre la materia prima de las cosas con las que nos topamos en la vida.
En la teoría psicoanalítica de Jung nuestro inconsciente no contiene únicamente recuerdos reprimidos, sino el caudal de la sabiduría de nuestra alma. Además, en su visión, el inconsciente no es sólo individual, sino colectivo. Así es que, mediante nuestra interacción con los animales de poder, además de entrar en contacto con esa inteligencia colectiva, podemos tener acceso a nuestro propio conocimiento y a la sabiduría de nuestra especie.
Podemos aplicar este conocimiento de una manera que nos sea útil en nuestras vidas, de forma que a la luz de nuestra conexión con el todo, comprendamos lo poderosos que realmente somos y aprendamos a manejar la Matriz Divina para crear las mejores realidades para nosotros y para el maravilloso mundo en el que vivimos.
Fuente:
Karina Malpica, El Juego de los Animales de Poder,
Editorial Obelisco, Barcelona, 2011.



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